Hay grandes esperanzas en el futuro de la colaboración entre humanos y robots (HRC) para aunar las fuerzas de los humanos y los robots sin barreras. La industria del automóvil es pionera en la automatización, pero ¿es esto también cierto para la CRH? Según las encuestas, el concepto parece ser muy popular entre los fabricantes de automóviles a primera vista, pero también hay escépticos.

Hemos querido saber más al respecto y hemos pedido a Christoph Hock, jefe de HRC de KUKA Systems, que nos dé una visión más profunda del mundo de la colaboración entre humanos y robots en la industria del automóvil.

La colaboración entre humanos y robots: ¿En qué consiste exactamente?
La colaboración entre humanos y robots, o el uso de un robot colaborativo (cobot), consiste en la implementación conforme a la ley de una aplicación en la que el ser humano y la máquina pueden estar en el mismo espacio de trabajo al mismo tiempo. En la práctica, el término se utiliza a menudo de forma diferente. En casi todas las instalaciones en las que se utiliza un robot ligero, se ha sustituido la valla de seguridad por un campo de exploración o se ha separado de una forma comúnmente llamada «aplicación HRC» o «planta cobot».

Status Quo: ¿Hasta qué punto está ya establecido el tema HRC en la producción de automóviles?

Las aplicaciones de HRC pueden encontrarse en casi todos los sectores de la producción de automóviles, pero están muy dispersas. Muchos fabricantes de automóviles han probado la tecnología y han realizado aplicaciones con éxito.

Sin embargo, el número absoluto de aplicaciones es inferior al previsto hace años. La euforia inicial se asemejaba a una «revolución del HRC» y, en consecuencia, las expectativas de esta nueva tecnología eran muy altas. Entretanto, la tecnología ha evolucionado. Las premisas de planificación, o condiciones límite, que conducen a una aplicación exitosa de HRC, son bien conocidas.

Los dispositivos de seguridad externos para controlar el entorno del robot también se están desarrollando rápidamente y son cada vez más precisos e inteligentes. Además de los escáneres clásicos, ahora se dispone de tecnología de radar segura para la ingeniería de plantas, por ejemplo. A pesar de todas las posibilidades, es importante que los diseños de las aplicaciones no se compliquen demasiado. Una buena ingeniería garantizará que la verdadera «colaboración hombre-robot» no se vea comprometida.

Aunque la situación económica actual hace que las ventas de cobots desciendan considerablemente, es muy probable que las previsiones sean positivas. La tendencia hacia los cobots es claramente visible, ya que además de las posibilidades de colaboración, puede ser una solución fácil de usar y de rápida configuración.

Robots en uso: ¿En qué áreas de trabajo se ha establecido ya el CRH y dónde hay todavía posibilidades?
El campo de las aplicaciones de cobot o plantas de diseño abierto es muy versátil. A menudo se pueden encontrar aplicaciones exitosas cuando la tarea y la periferia pueden diseñarse «compatibles con HRC» sin necesidad de grandes ajustes:

  • En el control de calidad
  • En el encolado
  • También existen estas sinergias en el atornillado

La combinación de los procesos anteriores se refleja en el montaje final y en sus líneas de mejora. En este ámbito, el grado de automatización es relativamente bajo, pero puede ampliarse mediante otras posibilidades de aplicación. En la mayoría de los casos, la premisa de planificación es el «funcionamiento en flujo», también conocido como «montaje en movimiento».

Obstáculos: ¿Qué retos tecnológicos hay que superar?

En principio, los retos técnicos de las operaciones de montaje en movimiento están resueltos. En el caso del KUKA LBR iiwa, por ejemplo, es posible realizar toda la gama de funciones con la tecnología «Assembly in Motion» (AIM), manteniendo la seguridad y la sensibilidad de HRC.

Además, en el caso de los robots industriales convencionales, el montaje en movimiento puede automatizarse mediante «ConveyorTec». Tan importante como la disponibilidad de esta tecnología es la cuestión de la posición de los componentes y el punto de funcionamiento real del robot. En teoría, las cintas transportadoras sólo funcionan a una velocidad constante, y cuando se utilizan vehículos de guiado automático (AGV), pueden producirse ligeras torsiones o un desplazamiento de la posición a diferentes velocidades. Mediante la sensibilidad del robot y una tecnología de cámaras y sensores adecuada, esto puede llevarse a cabo.

En la actualidad, la cuestión del reto tecnológico es más bien una cuestión de eficiencia económica. ¿Cuánta tecnología hay que invertir para mantener un proceso estable y seguro y cuánto tiempo se tarda en poner en marcha estos sistemas? Además, también hay que tener en cuenta los obstáculos organizativos. La tecnología del sistema debe ser sencilla y comprensible. Muchos fabricantes de cobots han demostrado que esto es posible.

Perspectivas de futuro: ¿Cuáles son los posibles desarrollos y visiones futuras de KUKA y qué tendencias muestra el mercado?
Como ya se ha mencionado, la demanda de cobots aumentará considerablemente cuando se recupere la situación económica. Los precios de los dispositivos seguirán bajando y, al mismo tiempo, la tecnología seguirá mejorando. Las herramientas modernas, como el «machine learning», también pueden ayudar a satisfacer la gran demanda de aplicaciones robóticas en la industria.