La inteligencia artificial (IA) es un tema muy debatido: hay quien espera verdaderos milagros de los sistemas inteligentes. La IA también ofrece nuevas perspectivas para la robótica. Pero, ¿cuáles son los límites de esta tecnología? Hemos analizado lo que la robótica y la IA pueden hacer, y lo que no.

Un robot que puede resolver de forma autónoma las tareas que se le plantean y los problemas que surgen sin necesidad de programar laboriosamente cada paso: la producción industrial, el principal ámbito de aplicación de la robótica en la actualidad, no es el único campo que se beneficiaría de esta capacidad. «Esto es esencial para conseguir la buscada adaptabilidad y autonomía que se requiere para desenvolverse en entornos nuevos y desestructurados, ya sea en Marte o en el salón de casa», afirma el Centro Aeroespacial Alemán.

La IA física: un importante campo de investigación.

La inteligencia artificial (IA) puede ayudar a buscar patrones en los datos y ofrecer ayudas para la toma de decisiones a humanos y robots. Las cosas se ponen interesantes cuando los robots son capaces de utilizar métodos de IA para planificar y ejecutar trayectorias sin colisiones, optimizar el montaje y otros procesos, y comprender cognitivamente su entorno. Esto hace que los sistemas robóticos sean más flexibles y fáciles de poner en funcionamiento.

Los sistemas de autoaprendizaje reducen el esfuerzo de programación y permiten aprovechar nuevas tareas y áreas de aplicación. Los métodos de IA son los únicos que permiten la interacción de un robot con el robot real. El área de la «IA física» es, por tanto, un importante campo de investigación. Apoya el desarrollo de cobots que puedan interactuar de forma segura con los humanos en espacios de trabajo compartidos. Sin embargo, incluso los mejores algoritmos y la IA más avanzada no sirven de nada si no se dominan los procesos de mecanizado. La evaluación inteligente de la información de los sensores de los procesos de mecanizado ayuda a aumentar aún más el rendimiento del robot.

La IA ayuda en una amplia gama de campos diferentes.

Es precisamente la combinación de la robótica y la IA la que ofrece innumerables posibilidades nuevas para asistir de forma inteligente a las personas en el mundo real y no sólo virtualmente. Una visión general proporcionada por euRobotics, la mayor asociación europea de robótica, muestra cuántos campos se benefician de la inteligencia artificial y la robótica.

Ámbitos como las finanzas, el derecho y la administración pública pueden beneficiarse del análisis inteligente de datos con IA. Los asistentes digitales ya nos ayudan en asuntos cotidianos, mientras que los motores de búsqueda rastrean Internet en busca de la información deseada. En el futuro, los sistemas cognitivos que interactúan con su entorno también se encontrarán fuera del entorno de producción: un día, transportarán de forma autónoma mercancías y pasajeros en todas nuestras rutas de transporte, ayudarán a los médicos con tratamientos mínimamente invasivos y apoyarán a los agricultores en una agricultura especialmente eficiente y respetuosa con el medio ambiente.