Los robots más flexibles permiten a las PYME automatizar como las grandes empresas.
Más rápido, más flexible y más rentable: estas son las exigencias actuales de la producción. Sin embargo, las pequeñas y medianas empresas son las que más se preguntan: ¿Funcionan las máquinas lo suficientemente bien como para cumplir estas expectativas? ¿Cómo puede la automatización flexibilizar la producción?
La cuestión de la flexibilidad es especialmente acuciante para las medianas empresas en lo que respecta a la robótica. Les gustaría automatizar grandes partes de su producción con robots. Sin embargo, los clientes potenciales de la robótica a veces no saben si podrán utilizar los robots de forma suficientemente versátil y frecuente. La palabra mágica del futuro es «flexibilidad» y cada vez es más sinónimo de la viabilidad futura de las empresas.
Más individualización, más variantes de productos, digitalización de los procesos, abandono de la rígida producción en masa para pasar a los productos personalizados: todo ello conduce a una transición radical. Las pequeñas y medianas empresas (PYME), en particular, deben ser flexibles para hacer frente a la competencia. Pero, ¿cómo garantizar que la inversión en automatización merezca la pena y que los robots no se queden sin utilizar?
¿Realizando un reequipamiento? No hay nada más fácil que eso.
Lenkering Montage- und Zerspanungstechnik GmbH (LMZ) se ha enfrentado a este problema y ha encontrado una solución. Se propusieron desarrollar una aplicación basada en un robot que fuera flexible y minimizara el tiempo de inactividad. Montaron un robot KR 6 R900 de la versátil línea de robots KUKA KR AGILUS en un bastidor móvil. La robusta construcción del robot KR 6 R900 le permite la máxima precisión de repetición y precisión continua, lo que le permite trabajar con máquinas de producción.
El robot está codificado para saber qué herramienta está utilizando en ese momento. Si esta herramienta no coincide con una actividad recién seleccionada, la sustituirá de forma autónoma. La aplicación es especialmente adecuada para las pequeñas y medianas empresas gracias a su movilidad y a los rápidos tiempos de cambio, así como al ligero material de los perfiles enchufables. Sólo se tarda ocho minutos en instalar o desmontar el sistema. En contraste con otras soluciones basadas en robots que requieren alrededor de 3,5 horas. Ese valioso tiempo puede utilizarse ahora para otras tareas.
Automatización perfectamente adaptada a las PYMES.
Como puede ver, las pequeñas y medianas empresas no tienen que tener miedo de automatizar con la robótica. Sólo tienen que hacerlo de la forma adecuada. LMZ facilita la automatización. Hay un camino hacia la fabricación flexible que permite a las PYMES trasladar su producción al futuro, un futuro en el que podrán utilizar los robots de forma más versátil y con menos tiempo de inactividad.