Procesamiento local de datos en el Edge.
En los próximos años, la cantidad de datos se disparará literalmente. Esto se aplica tanto al tráfico de datos por persona como a los datos producidos por día en entornos industriales como una nave de producción. Aunque la nube desempeña un papel importante en esto, el creciente mercado del «Internet de las cosas» hará que una tecnología sea cada vez más importante: la computación de borde.
En Edge Computing, los flujos de datos se procesan en el lugar donde se originan. Los datos se agrupan en pequeños ordenadores de la fábrica en red. Si, por ejemplo, una plataforma móvil se desplaza por la nave de producción, es más fácil recuperar la información desde el borde. No es necesario consultar los datos desde un centro de datos. La nube se ve aliviada porque los nodos sólo proporcionan la información para un área específica. La nube y la computación de borde son, por tanto, tecnologías que no se excluyen mutuamente, sino que cooperan entre sí.
Una vez procesados los datos a nivel local, se limitan y se transmiten de forma encriptada. El preprocesamiento local conserva los recursos y sólo procesa y reenvía los datos previamente definidos como relevantes, como los utilizados para mejorar los procesos en las fábricas. Como no toda la información va a la nube, la velocidad aumenta. La fragmentación de los datos y el reenvío de la información menos relevante hace que los procesos no puedan ser rastreados por el lector externo. Esto garantiza un alto nivel de seguridad y protege las tecnologías del mundo exterior. Este aspecto se complementa con un elevado ahorro de costes. Por tanto, The Edge se presenta como una alternativa real con vistas al futuro.