Requisitos para los trabajadores cualificados del futuro.
Las máquinas-herramienta se están transformando cada vez más en sistemas de autoaprendizaje que serán capaces de optimizar los procesos de producción de forma autónoma. En consecuencia, también cambiarán permanentemente las exigencias en cuanto a trabajadores cualificados y formación.
En tiempos de crecientes demandas de los clientes y de presión competitiva global, la automatización es indispensable. Pero por muy prometedor que sea el valor añadido que aporta la automatización para los empresarios, muchos trabajadores cualificados tienen que replantearse.
Ya no pasan años trabajando en una o varias máquinas que conocen a la perfección y de cuya calidad son completamente responsables. Los empleados ya no crecen con la experiencia en una máquina, sino que son responsables de los procesos en el parque de máquinas. Al hacerlo, no intervienen activamente: cuidan de las máquinas, que garantizan la calidad de forma independiente, y se apoyan en sistemas de asistencia.
Los sistemas ayudan a optimizar los procesos de producción, diagnosticar fallos o realizar el mantenimiento. Gracias a la robótica y a los asistentes digitales, los trabajadores cualificados pueden concentrarse en actividades de alto valor añadido y las tareas sencillas son asumidas por completo. Los robots desempeñan así un papel fundamental para aliviar la carga de los trabajadores cualificados.
Importancia de la robótica «clásica»: Con los costes de inversión de las máquinas herramienta de última generación, las pequeñas y medianas empresas ya no pueden permitirse trabajar en dos turnos como antes. Los robots permiten trabajar en turnos nocturnos y fines de semana sin personal, para que las empresas de los países con salarios altos sigan siendo competitivas a largo plazo.
Se requiere creatividad y pensamiento innovador.
La Industria 4.0 no pretende sustituir a los trabajadores cualificados, sino aliviarlos y apoyarlos. Las máquinas son más adecuadas para el trabajo rutinario rápido y preciso que para las tareas que requieren emoción o creatividad. Aquí es donde residen las grandes ventajas de la automatización: las personas tienen ahora más tiempo para trabajar en un nivel superior de la cadena de valor.
La creatividad humana y la fuerza innovadora se exigen con más fuerza cuando cambia el perfil profesional del trabajador cualificado. Físicamente, ya casi no se les exige, pero deben ser flexibles, móviles y concienzudos para satisfacer las nuevas exigencias del mundo laboral: Los procesos causales que antes eran claramente comprensibles se están convirtiendo en procesos cada vez más complejos que hay que planificar, apoyar y dominar.
Los sistemas con inteligencia de máquina independiente, con capacidad de auto optimización y de análisis predictivo ocupan un lugar especial en estos procesos: ya no se limita a dar órdenes a una máquina, sino que los trabajadores cualificados interactúan con ella como si fuera un colega. Esto también es un cambio al que hay que adaptarse.
Colaboración entre humanos y robots.
Están surgiendo perfiles laborales híbridos con numerosas habilidades duras y blandas
Se demandan profesiones híbridas como ingenieros mecatrónicos o micro tecnólogos. Los analistas de big data de producción, los mecánicos de seguridad informática o los ingenieros electrónicos de realidad virtual abordan los retos de la Industria 4.0. El calendario del mañana incluye: aprender a asumir responsabilidades y el aprendizaje autodirigido, la competencia profesional, el conocimiento de los procesos, el trabajo en equipo internacional y las habilidades de comunicación. Hay que promover el conocimiento de los procesos en red e interdisciplinar.
Cualificación: excelente.
La mayoría de los trabajadores cualificados ya están altamente cualificados para pensar en los problemas del mañana, aprovechar los cambios y desarrollar técnicas de producción futuristas. Sin embargo, los empresarios deben impulsar aquí de forma decidida, para preparar en su propio interés el futuro.
Una cosa es cierta: Desde el punto de vista técnico, la ingeniería mecánica está bien posicionada. Los empleados no carecen de los conocimientos técnicos necesarios, sólo la mentalidad tiene que adaptarse a las tecnologías del mañana con todas sus facetas ya hoy. No es una tarea fácil y, desde el punto de vista educativo, es necesario allanar el camino hacia el futuro.