Reconocer, coger, recoger: uso de robots en los almacenes.
Algunos están metidos en una caja rectangular, otros están sueltos en una bolsa: la variedad de productos en los almacenes de piezas pequeñas es abrumadora. Lo mismo ocurre con el embalaje. Los pedidos inundan los almacenes a diario. Y no podrían ser más diferentes. ¿La tarea? Recoger en la bandeja de pedidos. Detrás de esto no hay nada más que ensamblar la mercancía pedida para dejarla lista para su envío lo más rápidamente posible y sin errores. Jan Louwen, director de estrategia de Swisslog, revela cómo pueden ayudar una célula automatizada y un robot.
Sr. Louwen, cada día se recopilan miles de pedidos individualmente en los almacenes. Esta preparación de pedidos es una de las tareas más intensivas en mano de obra y en costes de la logística interna. ¿Cómo puede ayudar un robot industrial?
Equipado con una pinza de ventosa multifuncional, un robot puede realizar hasta 1.000 recogidas de forma totalmente automática en una hora. En concreto, esto significa que las cajas que contienen los productos necesarios para el pedido se llevan del almacén a los puestos de trabajo de picking. El robot introduce los productos y los deposita de forma fiable en el llamado contenedor de pedidos. Un sistema de visión ayuda al robot a determinar con precisión los puntos de agarre. El robot, integrado en una célula totalmente automatizada, se convierte así en un complemento perfecto para los puestos de trabajo en los que se preparan los pedidos.
¿Cuál es la diferencia entre los puestos de trabajo manuales y los automatizados?
En los almacenes hay una cantidad increíblemente grande de productos diferentes. Difieren en forma, tamaño, peso o incluso en la forma de envasar. Las personas no tienen que pensar mucho en cómo abordar los distintos productos, ya sean prendas sueltas o frascos de champú. Esto no es tan fácil para un robot. Apoyado por un software inteligente y un sistema de visión, tiene que adaptarse a los productos una y otra vez. Tiene un alcance de 1.100 mm, el producto debe ser de al menos 25 x 20 mm y no pesar más de 1,5 kg. Esto parece una gran limitación. En realidad, sin embargo, un número muy elevado de productos sigue entrando en esta categoría. Todos los demás van directamente a los puntos de recogida manual.
¿Y cómo se controla que los productos correctos lleguen a los puestos de trabajo adecuados?
De ello se encarga nuestro software SynQ, que controla todo el almacén. La comunicación entre las soluciones intralogísticas integradas, los robots, los puestos de trabajo y las distintas soluciones de software es lo más importante. Por supuesto, no tendría sentido si el intercambio entre los sistemas no funcionara. Para ello, las interfaces adecuadas son especialmente importantes.