Colaboración entre humanos y robots: Más que una solución técnica.
La colaboración entre humanos y robots (HRC) también es conocida fuera de la investigación y la industria. El número de aplicaciones en las que los humanos y los robots trabajan juntos sin un cerco de seguridad aumenta constantemente. Sin embargo, todo el potencial de la CRH suele estar aún sin explotar. La razón: todavía no está claro en todas partes que el HRC no es una nueva solución técnica, sino un concepto de planificación innovador.
En su lanzamiento en 2014, el KUKA LBR iiwa fue el primer robot sensible fabricado en serie del mundo capaz de colaborar con el ser humano (HRC). Desde entonces, se han desarrollado numerosas aplicaciones de HRC, incluso en Alemania. Las soluciones de HRC suelen implementarse dentro de los sistemas o procesos existentes. Las ventajas son evidentes: el robot ayuda a las personas de forma más eficiente, trabaja con sensibilidad y, al no necesitar un entorno de protección, ahorra espacio. Así que todo es maravilloso, se podría pensar. No del todo, porque hay mucho más potencial en el HRC.
Revolución en lugar de evolución en la planificación de sistemas.
«Ya hemos implementado muchas aplicaciones de HRC junto con nuestros clientes. Nos hemos dado cuenta de que la mayoría de las veces el HRC se implementa en los sistemas existentes. Sin embargo, esto no permite aprovechar todo el potencial del HRC», afirma el Dr. Johannes Kurth de KUKA. El HRC es un principio de planificación. Permite distribuir la tarea de forma sensata entre los humanos y los robots. En las tareas monótonas, el robot con capacidad HRC descarga al operario. Estas ventajas sólo pueden realizarse de forma limitada en los sistemas existentes. El valor añadido se crea cuando la producción se replantea por completo desde el principio. El Dr. Kurth también considera que su tarea es responder: «Tenemos que informar aún mejor a nuestros clientes sobre las aplicaciones del HRC. La revolución, en lugar de la evolución, se aplica a la planificación de la planta».
Cuatro pasos para el éxito de una solución HRC.
«Es importante que todos los empleados relevantes de las áreas de planificación, producción, mantenimiento, seguridad laboral, compras y control se incorporen a la hora de planificar una aplicación HRC», dice el Dr. Kurth por experiencia. El primer paso fue familiarizarse con la tecnología e identificar los posibles campos de aplicación. En el segundo paso, se elabora un concepto de planta y se comprueba la viabilidad técnica. Si aún no se ha hecho, el estudio de viabilidad se lleva a cabo en un posible tercer paso en el laboratorio. Así se garantiza la estabilidad del proceso y el concepto de seguridad. En el último paso, se implementa el sistema.
Campos de aplicación adecuados.
Las soluciones de HRC son especialmente adecuadas para lugares de trabajo con una ergonomía difícil. Levantar permanentemente componentes de hasta diez kilos es perjudicial para el cuerpo. Pero la automatización de procesos también tiene sentido en posiciones ergonómicamente desfavorables, como las actividades por encima de la cabeza o en postura doblada.
Otro ámbito de aplicación son los procesos que antes tenían que luchar con problemas de calidad. Un ejemplo son los procesos de banda con grandes exigencias de precisión, como el encolado. El HRC también mejora la fiabilidad del proceso. Por ejemplo, se almacenan y trasladan todos los datos de atornillado para los atornillados relevantes para la seguridad. La documentación se realiza automáticamente al mismo tiempo.
Al fin y al cabo, el HRC permite distribuir eficazmente las tareas entre los humanos y los robots.